sábado, 12 de enero de 2013

El perro Clif y su olfato clínico.

En un futuro quizás no muy lejano, un perro con bata entre en nuestra habitación del hospital a hacernos una visita.
Quizás pienses que es el médico, con cara de perro, tras casi 24 horas de guardia. Quizás pienses resignado que son los recortes.... Quizás. 
Pero a lo mejor es el perro Clif
Porque aunque nos creamos el ombligo del mundo, hay cosas que los animales continúan haciendo mucho mejor que nosotros.
Y una de ellas es oler.
Y gracias a este capacidad, Clif consigue identificar a los pacientes con infección por Clostridium Difficile.
La infección por esta bacteria provoca cuadros gastrointestinales, que a nivel individual pueden ser muy serios y comprometer la vida, y que a nivel de salud pública puede generar complicaciones hospitalarias por brotes, obligando a cerrar plantas de hospital, etc.
Evidentemente, los humanos, con esta capacidad de invención que nos ha dotado... (quien nos haya dotado), hemos desarrollado sofisticados (y caros) sistemas para identificar estas infecciones. Pero eso, son caros, tardan tiempo en obtenerse el resultado, necesitan infraestructura humana y de laboratorio...
Sin embargo, este beagle llega, te sonrie, se da un paseo por tu lado meneando el rabo y... como se tumbe a tu lado, la tienes clara. POSITIVO.
Este estudio científico ha sido publicado en la prestigiosa revista médica BMJ (luego os paso el enlace), con una sensibilidad del 83% y una especificidad del 98%.
Y encima seguro que te menea el rabo y te sonrie si le dices algo amable.
Enlaces:
- Artículo y vídeo en BMJ publicado en 2012

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