miércoles, 9 de enero de 2013

Hoy cenamos fractales.

La naturaleza es maravillosa, sin duda.
Esta noche en el menú toca comerse un fractal, concretamente romanesco, que suena un poco más apetitoso. Seguro que en la verdulería os ha llamado más de una vez la atención esta preciosa verdura, híbrida entre coliflor y brécol, y que debe su belleza a la geometría fractal de su estructura.

¿Y qué es un fractal?
Pues un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas. En su globalidad no podemos etiquetar su forma en los tradicionales términos geométricos, y lo más peculiar es su autosimilitud, como si estuviera construido de copias más pequeñas de la misma figura (misma forma a diferentes escalas).

Hay muchísimos ejemplos de fractales que podéis ver en internet, y os podéis sumergir si tenéis más interés en los insondables (para mí) aspectos matemáticos que tienen.

Por lo demás, estaba bueno.

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