martes, 29 de enero de 2013

Protegidos bajo el guerrero Orion

Desde hace unas semanas no estamos leyendo ningún cuento por las noches.
Dejamos que la noche nos lo cuente.

Menos cuando el viento o las nubes nos lo han impedido, nos pertrechamos con cojín, bata, abrigo y manta, y nos tumbamos en la terraza todos bien apretaditos.

Y con las lámparas apagadas, empieza el cuento...

Veis esas tres estrellas juntas, en línea, que tenéis ahí delante, pues les llaman "el cinturón de Orión". Forman parte de la constelación del mismo nombre, Orión, que era un gigante, un cazador de la mitología griega, que al parecer tuvo un lío de amores con Artemisa, la diosa de la luna y la caza. Pero los griegos eran muy perversos en esto de sus leyendas, y aparece entonces en la historia su hermano Apolo, celoso, que retando a Artemisa a ver si le daba con su arco a un objeto que se veía sobre el mar, así lo hizo, resultando que era el mismo Orión. Y se lo cargó.
Dicen que esto explica la fría luz de la luna.

"Pero papá, yo ahí no veo ningún gigante, ni guerrero, ni nada parecido... como mucho veo un rectángulo que ha engordado mucho de comer estas navidades, y que el cinturón ese que dices le aprieta mucho"
Ciertamente hay que tener mucha imaginación, hijo, para ver esas figuras que veían los griegos, antes que ellos los egipcios, y vete tú a saber desde cuando el hombre las ve. Pero piensa una cosa. Las personas de estas civilizaciones, llegaban a la hora de dormir, y sin luz, la principal diversión sería algo parecido a lo que nosotros hacemos ahora mismo. Tumbarse a disfrutar de esta inmensidad de puntos luminosos. Y la noche siguiente igual, Y la siguiente igual. Es normal que viendo una y otra noche los mismos puntos, acabaran por unirlos creando formas, igual que nosotros nos inventamos formas en las nubes cuando vamos en el coche a ver a los abuelos.

"Pero eso no es verdad, papá, porque la otra noche cuando subimos, el tío ese, Orión, lo veíamos ahí, y ahora está un poco más para allá."
Tienes razón. No es del todo verdad que todas las noches están los mismo puntos, en el mismo sitio, a la misma hora. Hay algunos que sí, y luego os lo demostraré. Pero es cierto que como lentamente, durante un año, le vamos dando la vuelta al sol, pues poco a poco las constelaciones y demás estrellas que vamos viendo van cambiando poco a poco a lo largo de este viaje. Y a esta hora del cuento, una de las que mejor se ve es Orión.

"¿Y cómo se llaman esas estrellas que forman Orión?
Ufff. Eso es un poco difícil. Son nombres en general bastante raros (echo mano ahora al libro para completar la historia -nota del autor-)
Mira, todas no me las sé. Pero por ejemplo, no os llama la atención alguna de ellas por ser de un color diferente?. Eso es. La que forma la esquina superior derecha (nordeste) es la primera, por eso se llama alfa (alfa-orionis), pero también la llaman Betelgeuse, y es una supergigante de color rojo.

"Supergigante papá, ala sí!. Pero si se vé superñaja"
Ya pero eso es porque está superlejos (siguiendo con los superlativos). Es muchísimo más grande (es grandota que te cagas-dije en realidad-) que nuestro sol, que lo que pasa es que lo tenemos tan cerca que nos parece la estrella más grande. Pero si cambiaramos nuestro sol por Betelgeuse, aparte de quemarnos, tendría un tamaño que llegaría hasta la órbita de Marte. Vamos que nos atraparía dentro de su masa incandescente.

Y sabeis una cosa, por debajo del cinturón de Orión, donde teóricamente dibujaríamos su espada, hay unas zonas de formación de estrellas, de nebulosas, que si conseguimos unos prismáticos o un pequeño telescopio, podremos ver y es espectacular.

Sí, sí, yo quiero un telescopio, yo quiero un telescopio...
Bueno niños, vamos a dormir que se nos está haciendo tarde.
Pero papá, no nos habías dicho que nos ibas a enseñar una estrella que siempre está en el mismo sitio?
Sí niños, pero eso ya será otra historia. ,
Buenas noches, y que soñéis con las estrellas.

1 comentario:

Anónimo dijo...



Chicossss desde Alovera cuando nos tumbamos como vosotros vemos una estrella que por allí no pasa ,,,,, la del doctor Zibago, si la ves os quedais helados.
Besosssss